
Cuando hablamos de la corrección de textos es normal que se nos venga a la cabeza un boli rojo y un texto plagado de marcas. Esa marca que nos indica los errores que hemos cometido. Si profundizamos más sobre esta idea o preguntamos a nuestro alrededor, muchas personas tiene la idea de que corregir textos es simplemente revisar si le faltan tildes a algunas palabras del texto o están bien escritas. Razón no les falta, claro, pero no es solo eso. Es mucho más.
La corrección de textos es una modalidad y especialidad bastante amplia y compleja, ya que es necesario conocer bien la ortografía de la lengua y las normas establecidas por la Academia para desempeñar esta tarea (¡la formación es importante!). Además, no todo es conocer las normas ortográficas, también es necesario saber diferentes herramientas digitales como PDF o Word y saber cómo se utilizan todas esas marcas o llamadas para plasmarlas en los folios.
Sin más dilación, queremos adentrarte en este maravilloso mundo de la corrección y hacerte saber que no solo existe un tipo. ¡Toma nota!
Corrección de contenido
Es el primer paso que se suele hacer. Un corrector experto del tema que se trata en el texto analiza con precisión los contenidos y su veracidad. Se verifica que el contenido del texto sea correcto. Así pues, si es un texto académico sobre matemáticas, un corrector especializado en Matemáticas tendrá que verificar que toda la teoría es correcta y los ejercicios están bien planteados para que se puedan resolver sin problemas.
Corrección de traducción
Si un texto ha tenido que pasar por el proceso de traducción, un corrector que también sea traductor y tenga conocimiento sobre ambas lenguas supervisará que se ha trasladado correctamente el mensaje del original, además de evitar los falsos sentidos o los errores de léxico/estilo que se pueden ocasionar en la traducción. Se corrige cualquier error de traducción entre el texto original y el texto traducido.
Corrección de estilo
En esta modalidad se corrigen esos aspectos relacionados con los aspectos expresivos, el registro, la gramática y la semántica del texto. A su vez, se corrige el sentido, los calcos y el planteamiento del discurso.
Este tipo de corrección es uno de los que más profundiza y pule el texto, quedando una narración rítmica, fiel al estilo del autor y sin redundancias.
Corrección ortotipográfica
Quizás esta sea la más conocida, pero es otra de las más completas. En la corrección ortotipográfica se revisan y subsanan errores de ortografía y puntuación sobre todo. Se subsanan los errores de puntuación y ortografía del texto. Se procura que haya una armonía en el texto y que se mantenga el mismo criterio en todas las decisiones estilísticas que se han tomado anteriormente. Además, también se toman en cuenta los errores tipográficos (cursivas, comillas, negritas, notas al pie…).
Corrección de primeras y segundas pruebas
Es la corrección que se hace después de haber aplicado los cambios señalados en las fases de corrección anterior. De esta manera, se comprueba que no se hayan colado errores provocados por la maqueta o porque no se han aplicado a la versión final del texto. Se harán tantas correcciones de pruebas hasta que esté bien pulido el texto.
Corrección de ferros
En este último proceso se corrigen todos los detalles que son específicas de la maquetación y que no están incluidos en el texto principal todo lo que no se incluye en el propio texto principal: portada, contraportada, etc.
Ahora que sabes más sobre estos tipos de corrección seguro que ves los textos de otra manera. Esperamos haberte ayudado a conocer otra forma de tratar los textos desde una perspectiva lingüística.
¡Hasta la próxima entrada!
Silvia Nieto
excelente
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