5 CONSEJOS PARA TU DEFENSA DE TFG Y TFM

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Con el cierre de curso a la vuelta de la esquina, entramos al verano con bastantes ganas, para qué engañarnos. Tras un año académico de mucho esfuerzo y sacrificio, finalizamos nuestros estudios de grado o posgrado y eso significa enfrentarse al trabajo de fin de grado (TFG) o trabajo de fin de máster (TFM).

Hacer un trabajo de investigación no es tarea fácil. Requiere mucha destreza, constancia y organización. Como ya pudiste leer en nuestra entrada anterior, las citas bibliográficas son de los puntos más importantes en la redacción del trabajo escrito, pero… ¿qué pasa con las defensas?

Las defensas de TFG/TFM son presentaciones orales en las que se expone a modo de resumen el tema en el que has estado trabajando durante esos meses. Normalmente tienen una duración de 10 a 15 minutos y debes destacar los aspectos más importantes de tu investigación. Mucha información en muy poco tiempo. Sí, sabemos la presión que conlleva, pero ¡seguro que lo conseguirás!

Por eso, para ayudarte en la preparación de tu defensa, te traemos 5 #Istradconsejos para que bordes tu presentación y finalices el grado o el máster por todo lo alto. ¡Pilla papel y boli!

  1. Utiliza herramientas como PowerPoint o Prezi para que las diapositivas acompañen tu discurso verbal

Aunque sepas muy bien de qué vas a hablar y tengas una estructura clara en tu cabeza, te recomendamos que crees un soporte visual, tanto para ti como para el tribunal de la defensa. Con los nervios puede que se dejen ciertos datos en el tintero y, de esta forma, todo está bien fijado en la pantalla; con lo esencial, bastará. Como acabas de leer, puede que no necesites soporte visual, pero para las personas que evalúan tu trabajo es toda una ventaja: ver los puntos de los que hablas y tener elementos visuales ayudan a la comprensión.

2. Organiza tu discurso en función de la estructura de tu trabajo escrito

Realmente, para no perderte, lo mejor es que sigas la misma línea que en tu trabajo escrito, de esta manera irás punto por punto con un esquema bastante claro y visual de todo lo que has investigado hasta el momento. Te recomendamos que incluyas una diapositiva con toda la información sobre tu trabajo (título, nombre, tutor/a, fecha, etc.), otra con el índice que seguirás a lo largo de la presentación y, por último, una diapositiva de cierre en la que indiques el fin.

3. Incluye las partes más importantes y significativas de tu trabajo

Cada punto corresponderá con el índice que hayas establecido en tu trabajo escrito, pero aquí es donde ponemos toda la carne en el asador y, por consecuencia, todos los ejemplos y datos jugosos. Al ser un presentación para realzar tu investigación, muestra las conclusiones más interesantes y útiles, habla del proceso que has llevado a cabo (por ejemplo: si has traducido una novela y has tenido la oportunidad de contactar con el autor original, ¡indícalo!), de tu verdadera motivación al elegir ese tema en concreto.

4. Ten en cuenta el tiempo del que dispones para organizar el contenido

Como indicamos al principio, la defensa suele durar entre 10 y 15 minutos (todo depende las bases a las que esté sujeta tu grado o posgrado). Normalmente, se recomienda que dure entre 10 y 12 minutos, ya que en el directo suelen ocurrir algunos imprevistos o el ritmo que se utiliza es más lento del habitual. Si organizas la presentación y mides los tiempos, no tendrás problemas de reloj, así evitarás dejar información en el tintero.

5. Ensaya todas las veces que sean necesarias hasta que tu discurso suene natural y fluido

Parece un aspecto básico, pero de verdad que es necesario. Ensaya tu discurso para encontrar la mejor entonación, dicción y estructura. Si suena natural y fluido mantendrá la atención del tribunal, transmitirá el mensaje con seguridad y tendrá mayor aceptación que si escuchan un discurso plano durante 15 minutos porque —como sabes— se pierde la atención y el interés.

Sabemos que son momentos estresantes y agotadores después de tantos meses estudiando y redactando todo lo que has investigado, pero estamos seguros de que has aprendido mucho y has sacado muchas conclusiones en claro. Felicidades por haber llegado hasta aquí y mucha suerte en este último empujón.

¿Ya has apuntado estas claves para tu defensa?

¡Nos leemos en la siguiente entrada!

Silvia Nieto

Biblio… ¿qué?: Normas APA

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Y, sin darnos cuenta, va llegando el fin de curso. Ya has pasado las últimas pruebas y exámenes (depende de si estás cursando un máster, un grado o un experto) y ahora toca presentar un trabajo que englobe todo lo aprendido durante todo este tiempo. Puede agobiarte mucho, pero estamos seguros de que te irá genial. ¡Ya verás!

Como sabemos la presión que produce redactar tanto material y, sobre todo, que esté bien, queremos echarte una mano con una sección del TFM o TFG que siempre trae de cabeza a nuestro alumnado: la bibliografía.

La bibliografía es un apartado final dentro de un trabajo de investigación en el que se recogen todas las fuentes escritas, visuales y orales que han servido de referencia para desarrollar nuestro trabajo. Esto permite dar autoría a las obras que hemos utilizado, así como evitar el plagio y preservar los derechos de autor y propiedad intelectual. Por si no lo sabías, hay varias normas que rigen estas normas, entre las más famosas se encuentran las normas Harvard, Vancouver, APA, MLA, etc. Hoy, queremos hablarte de las normas APA. ¿Quieres saber más de estas normas? ¡Allá vamos!

Las normas APA (American Physcological Association) son un conjunto de indicaciones pensadas para establecer una serie de estándares o reglas comunes, con el fin de codificar varios componentes de la escritura para facilitar y ordenar los contenidos de un documento. Ofrece también la unificación de la bibliografía mundial, ya que si cada uno escribiéramos como nos parece, la tarea de buscar documentación para nuestros propios trabajos sería casi imposible.

Por eso, para que tengas la mejor puntuación posible en tu trabajo de investigación, te explicamos brevemente las principales claves para redactar la mejor bibliografía posible.

Formato del documento

  • Tamaño:  12 puntos
  • Fuente: Times New Roman
  • Alineación: Izquierda
  • Interlineado: 2 puntos
  • Sangría: 1,27 cm

Estructura

  1. Portada
  2. Resumen/Abstract
  3. Cuerpo del documento (introducción, método, resultados y discusión)
  4. Referencias
  5. Tablas y figuras
  6. Anexos

Referencias bibliográficas

  • Cada referencia va en forma de lista con sangría de 1,27 cm
  • Elementos básicos: información del autor, fecha de publicación, título de trabajo e información de la fuente
  • Se ordenan alfabéticamente. Si un mismo autor tiene varias obras se ordenará por año de publicación

Citar distintas referencias

  • Libro
    • Libro impreso: Apellido, N. (año). Título del trabajo. Editorial
    • Libro en línea: Apellido, N. y Apellido, N. (año). Título del libro. Editorial. URL
    • Libro con editor: Apellido, N. (Ed.). (año). Título del trabajo. Editorial
    • Capítulo de un libro con editor: Apellido Autor, N. (año). Título del capítulo o entrada en N. Apellido Editor (Ed.), Título del libro (xx ed., Vol. xx, pp. xxx-xxx. Editorial
  • Revista
    • Revista digital: Apellido, A., Apellido, B. y Apellido, C. (año). Título del artículo específico. Título de la Revista, Volumen (número de la revista), número de página inicio – numero de pagina fin. URL
    • Revista impresa: Apellido, A., (año). Título del artículo. Título de la revista, volumen, páginas
  • Página web
    • Sitio web institucional: nombre del instituto/empresa al que haga referencia, (Fecha). Título del apartado de la web o sección que quieras mencionar. URL
  • Diccionario
    • Impreso: igual que un libro impreso
    • En línea: Nombre del diccionario. (año). En editorial del diccionario. Recuperado en fecha, de URL
  • Redes sociales
    • Apellido, N. [@Usuario]. (Fecha). Primeras 20 palabras del tweet o publicación como título. [Vídeo/imagen adjunta, si es el caso]. Red social. URL

¿Un poco más sencillo ahora? ¡Esperamos que sí! Es cierto que dependiendo del tipo de recurso que utilices para documentarte tendrás que utilizar una u otra manera de redactar la bibliografía, pero en este artículo hemos destacado las principales.

Evidentemente, si aún tienes dudas, compartimos contigo esta y esta otra fuente en las que podrás profundizar más y resolver el resto de dudas para redactar una bibliografía de 10.

Suerte y, por supuesto, muchísimo animo. ¡Ya queda menos!

Silvia Nieto