Las cifras del sector de los videojuegos

El sector de los videojuegos es uno de los sectores del entretenimiento más rentables. Desde el confinamiento provocado por la pandemia de la COVID-19, los datos económicos del mundo de los videojuegos no han dejado de subir y se prevé que este crecimiento se mantendrá, como mínimo, hasta 2025. Según datos de Newzoo, solo en 2022, el sector de los videojuegos ha movido más de 196 000 millones de dólares a nivel mundial, con más de 3200 millones de jugadores en todo el mundo, lo que equivale a más de un tercio del total de la población. En el caso de España, la AEVI, Asociación Española del Videojuego, en su último Anuario de 2021 estima que «el sector de los videojuegos generó 1795 millones de euros en España». En cuanto a las horas de juego, «los españoles dedicaron una media de 8,1 horas a la semana a esta actividad». Pero ¿cuáles son las causas de estos beneficios y de este crecimiento estratosférico?

En primer lugar, el número títulos que se presenta cada mes, entre juegos triple A y juegos indie de las numerosas desarrolladoras independientes que están surgiendo por todo el mundo, producen una oferta incesante de opciones de entretenimiento. Del mismo modo, las diferentes de plataformas de juego, cada vez más variadas, hacen que las posibilidades crezcan exponencialmente: consolas, ordenadores, plataformas en línea, realidad virtual, aplicaciones móviles y, más recientemente, su inclusión el metaverso.

Además, el perfil de jugadores ha cambiado en los últimos años: hace ya años que se ha equiparado el número de jugadoras al número de jugadores, y la mentalidad con respecto a los videojuegos ha cambiado, lo que ha producido un aumento de las franjas de edad que ahora se extienden desde la infancia hasta la edad adulta o incluso más allá. Del mismo modo, la creciente necesidad de accesibilización de los productos del sector nos aporta ahora juegos más accesibles para las diversidades funcionales de la comunidad gamer. Este cambio de mentalidad, asimismo, ha propiciado en parte la revalorización del videojuego como un producto que no solo tiene un uso lúdico, sino que también se puede extrapolar al ámbito didáctico, con metodologías como la gamificación, e, incluso al ámbito terapéutico, al tratamiento del TDAH y hasta la prevención del alzhéimer.

Pero el mundo del videojuego no se reduce al videojuego en sí, sino que comprende todo el material promocional y de merchandising relacionado con él. Numerosos videojuegos han sido adaptados en los últimos años al cine o al formato de serie por plataformas de vídeo bajo demanda, como la saga de The Witcher, o más recientemente, el videojuego The last of us.

Actualmente, aprovechando el tirón y la afición por los videojuegos, que lleva fraguándose desde hace décadas, muchos han decidido que quieren entrar a formar parte de este mercado, por tanto, las opciones de formación se han multiplicado exponencialmente en los últimos años. Han surgido numerosas opciones de especialización a todos los niveles del proceso de creación de un videojuego. Desde la conceptualización inicial, los elementos gráficos y personajes, la historia, el código e, incluso, la adaptación a las diferentes culturas para su distribución global, lo que denominamos internacionalización y localización.

Este proceso de localización es quizás uno de los más importantes, porque según datos de Nimzi Research, «9 de cada 10 jugadores ignorará un producto que no esté en su lengua materna». Así que las grandes desarrolladoras suelen traducir sus juegos a los idiomas FIGS+ZH+PT+RU, por sus siglas en inglés: francés, italiano, alemán, español, chino, portugués, ruso y, con esa combinación de idiomas, ya casi se llega al 80 % de los jugadores. No obstante, la decisión de localizar los juegos a varios idiomas depende del presupuesto que tenga cada desarrolladora. También, en ocasiones, para ahorrar presupuesto, algunas desarrolladoras confían sus traducciones a la comunidad de jugadores, lo que no siempre aporta un resultado agradable. Además, algunas comunidades de jugadores, como la comunidad de Latinoamérica, se quejan de que muchos de los productos se localizan al español peninsular, y no al español de América, lo que puede marcar el desarrollo del sector en los próximos años.

Y tú, ¿en qué idiomas juegas a videojuegos?

Esperamos que te hayan gustado estos datos sobre el sector de los videojuegos y esperamos que nos acompañes también en la próxima entrada. ¡Hasta la vista!

Rosario Martínez

¿Cuál es la mejor herramienta de traducción automática?

Sabemos que la traducción automática es un terreno pantanoso, ya que hay mucho debate entorno a ellas. En muchas industrias se decide utilizarla de manera exclusiva para las traducciones que puedan surgir internamente, otras la combinan con traductores «reales», etc.

Lo que sí es una evidencia es que, en función de cómo se utilice y gestione, puede ser un gran aliado de los profesionales de la traducción. La industria está de acuerdo en las ventajas que conlleva utilizar las memorias de traducción (MT) para agilizar el proceso de traducción, pero no todo es perfecto. Actualmente, estos motores procesan miles de millones de palabras y, cada día, dan como resultado traducciones que, en general, no son lo suficientemente buenas.

Algunas empresas se han comprometido a cambiar gradualmente esta situación mejorando sus aliados tecnológicos, sus servidores, para mejorar la calidad de los resultados que lanza la traducción automática. Pero todavía hay mucho trabajo pendiente.

A continuación te mostramos una gráfica con algunas plataformas de traducción automática que podemos encontrar en el mercado:

(Fuente: Nimdzi)

Te suenan algunas, ¿verdad? La traducción automática puede ser una ayuda para agilizar el proceso de traducción (por no hablar de textos con terminología muy repetitiva o cuando hay que traducir numerosas cantidades de palabras). Lo que sí que puede llegar a ser un problema es cuando este tipo de herramienta se utiliza como intervención lingüística absoluta del texto a traducir. Seguramente, en algún momento de tu vida, te hayas encontrado con un error de traducción y has pensado que lo ha cometido una máquina. Hay veces en las que se confunde la utilidad de estas herramientas y, por defecto, se emplean los resultados de traducción directamente en páginas web o en sus productos. Una práctica con consecuencias económicas, de hecho, se ha comprobado que los consumidores no compran o no responden igual al servicio cuando hay errores y fallos lingüísticos. Esto crea desconfianza en el cliente.

Tras hacerse eco de este problema que afecta a numerosos sectores, ahora numerosas empresas tecnológicas y proveedoras de servicios lingüísticos se han puesto manos a la obra para ayudar con la preparación de datos, la evaluación de los motores de traducción automática y la implementación general de un programa de traducción automática en una empresa.

De hecho, la mayoría de los glosarios disponibles en el mercado siguen teniendo funciones de búsqueda y sustitución, pero ya estamos viendo cambios en este enfoque. Por ejemplo, DeepL lanzó en mayo de 2020 una función de glosario que permite a los usuarios definir y aplicar terminología personalizada. Pero eso no fue todo. También lanzaron nuevos modelos lingüísticos que transmiten con mayor precisión el significado de las frases traducidas, al tiempo que superan el reto de la jerga profesional específica del sector. ¡Un gran avance!

Estamos convencidos de todas las ventajas que nos puede brindar la traducción automática, aunque tenga sus pros y sus contras como hemos comprobado en esta entrada. Por eso, destacamos el papel fundamental que juega la persona traductora en la posedición. En algunos de nuestros másteres dedicamos asignaturas a esta práctica y os explicamos cómo trabajar con ella.

¡Hasta la próxima entrada!

Silvia Nieto