Entrevista a nuestro alumno en prácticas: Colin Mallory

Una de las características que nos distingue es el trato cercano y el acompañamiento que hacemos siempre a nuestro alumnado durante sus estudios. Nos gusta valorar y priorizar a las personas que os formáis con nosotros y sin ti al otro lado esta gran comunidad no sería posible.

Por ello, hoy queremos presentarte a uno de nuestros alumnos en prácticas: Colin Mallory. Colin es alumno en la modalidad presencial del Máster en Traducción Audiovisual y está en nuestra sede durante 3 meses para completar sus prácticas curriculares. Para que lo conozcamos más, le hemos hecho algunas preguntas.

  1. Queremos darte la bienvenida a nuestro equipo, Colin. Actualmente estás haciendo las prácticas en nuestra sede de ISTRAD. ¿Cómo te sientes al estar de prácticas aquí?

Muchas gracias, estoy encantado de estar aquí con vosotros. La verdad es que me siento muy contento de tener la oportunidad de hacer las prácticas en el ISTRAD. Desde el principio, todo el mundo me ha hecho sentir como en casa y ha creado un ambiente que me resulta ideal para aprender y seguir formándome en este campo profesional.

2. Eres estadounidense, concretamente de Rhode Island. ¿Cuál fue el motivo que te impulsó a echarte la manta a la cabeza y venirte a Sevilla? Cuéntanos un poco sobre tu experiencia.

De hecho, llevo desde 2016 en España trabajando como auxiliar de conversación de inglés en varias comunidades autónomas. He trabajado con estudiantes desde primero de primaria hasta cuarto de la ESO, hablar en inglés y español para ayudar a los alumnos a mejorar sus habilidades lingüísticas llegaba a ser mi día a día. Al final de cada día no solo me sentía como profesor, sino a veces también traductor y me entraban ganas de aprender más sobre traducción de una manera cada vez más profesional. Deseando nuevos retos y con ganas de abrir una puerta para entrar en el mundo de traducción, empezaba a buscar nuevas oportunidades. En el momento en el que encontré el Máster de Traducción Audiovisual en el ISTRAD no me lo pensé dos veces. Imagínate, mudarme a Sevilla y estudiar un máster que me interesa muchísimo… ¿Cómo podría rechazar la oportunidad?

3. Queremos saber más sobre tu formación. ¿Qué estudios universitarios cursaste? ¿Cuáles eran tus asignaturas favoritas en la facultad? ¿Y las que menos te gustaban?

En el 2016, me gradué de la Universidad de Roger Williams en Rhode Island, EE. UU. en Comunicaciones Globales y Español. Estudié una carrera que tiene más de un camino y elegí a asistir a muchas clases relacionadas a la educación internacional. Algunas de mis asignaturas favoritas iban sobre temas de globalización, Teoría de la Comunicación, Industria de la Comunicación y, una de mis favoritas, Análisis del Cine Español. Y las que menos me gustaban eran las clases de matemáticas obligatorias del primer año (desde el principio ya sabía que era más de letras).

4. Ya metidos en el terreno de la traducción, ¿por qué traducción audiovisual? ¿Qué tiene para ti esta especialidad que no tienen las demás?

La traducción audiovisual me ha llamado la atención porque me parece una rama de la traducción muy compleja y creativa. Tener el reto de crear traducciones que coincidan con imágenes y sonidos para transmitir un mensaje claro requiere un tipo de creatividad que me atrae. Además, las series y películas en español han formado una gran parte de mi aprendizaje en español como lengua extranjera. Formar parte del mismo proceso que me ha servido mucho me emociona y me inspira.

5. De momento, ¿cuál es el proyecto audiovisual que más te ha gustado traducir?

El proyecto audiovisual que más me ha gustado traducir de momento es un capítulo de Nadie Sabe Nada con Andreu Buenafuente y Berto Romero, que también fue uno de los proyectos que más me ha costado hasta ahora. Este proyecto fue el primero de comedia que tenía que traducir y, aunque los juegos de palabras y referencias culturales eran difíciles de traducir hacía la lengua meta, encontrar soluciones me ha dado una gratificación enorme.

6. A veces, como traductores, tenemos que enfrentarnos a una traducción que no nos gusta su contenido o que es contrario a nuestra ideología o valores. ¿Te ha llegado a pasar esto alguna vez?

En este momento aún no he tenido que traducir algo que vaya en contra de mi ideología o valores, aunque estoy seguro de que pronto llegará. Sinceramente, estoy interesado en descubrir cómo lo enfrentaré. Como una persona empática, imagino que no dejaré que mis ideologías personales afecten a mi trabajo. Cuando llegue el momento, espero con ansias intercambiar ideas y pensamientos con otros traductores sobre cómo confrontar traducciones contrarias a nuestros valores.

7. ¿Tienes alguna anécdota traduciendo o durante tu formación que te gustaría contarnos?

Al llegar a España, en 2016, con mucho por aprender, contar todas las anécdotas traduciendo que me han pasado tardaría mil años. En lugar de ello, solo voy a dejar aquí un consejo para los que aprenden español como yo: aprende bien la diferencia entre ser y estar. Porque ojalá que alguien me hubiera contado antes que hay una gran diferencia entre decirle a un desconocido que es muy bueno a que está muy bueno.

8. ¿Cuáles son tus objetivos profesionales? ¿Alguna meta que te gustaría alcanzar?

Mis objetivos profesionales son experimentar una gran variedad de roles dentro del campo de la traducción audiovisual. De momento, lo que más me ha gustado y quiero seguir mejorando es la traducción y subtitulación para series, películas y documentales. Como me gustan mucho los proyectos independientes, una meta más en específico que me gustaría lograr algún día es traducir y subtitular para películas que se estrenan en festivales de cine. Como los proyectos independientes suelen ser más experimentales e íntimos que los blockbusters más convencionales, siempre me han llamado la atención. Solo la idea de contribuir a una accesibilidad más amplia e internacional de proyectos independientes a través de una traducción adecuada me ilusiona.

Muchísimas gracias por responder a todas nuestras preguntas, Colin. ¡Es un placer aprender y conocer tu experiencia y ambiciones!

¡Nos vemos en la próxima entrada!

Silvia Nieto

3 mitos sobre la traducción audiovisual

Foto de Adi Goldstein en Unsplash

Desde nuestra infancia hemos estado expuestos a multitud de películas y series infantiles. ¿Quién no ha visto El Rey León (1994) o los Teletubbies (1997). Si te paras a pensar, hemos disfrutado de estos productos audiovisuales en nuestra lengua materna. Normalmente, todo lo que consumíamos estaba doblado al español (ponemos este idioma como ejemplo) y, desde hace varios años, con la llegada de las nuevas plataformas audiovisuales, el catálogo lingüístico se ha ampliado.

¿Que la serie que acaban de estrenar es inglesa y estás aprendiendo ese idioma? Puedes escuchar el original y leer los subtítulos en español. ¿Que la peli de estas navidades es sueca y no entiendes ni papa de lo que te hablan en la versión original? Disfrútala con el doblaje en español.

A pesar de la enorme labor que hacen los traductores y traductoras audiovisuales para que disfrutemos de nuestras pelis y series favoritas en distintas lenguas, hay ciertos mitos que rodean a este sector. Y qué mejor manera de desmentirlo que en nuestro blog y a modo de lista de la compra, como más nos gusta. Acomódate en el sofá, pilla tu cubo de palomitas y descubre 3 mitos sobre la traducción audiovisual.

  1. Si la versión original y los subtítulos no coinciden es que están mal traducidos.

No, mi ciela. La traducción para el doblaje y la traducción para subtitulado son dos cosas muy distintas, ambas con unas pautas muy precisas que los profesionales de la traducción deben seguir. Para el subtitulado es necesario adecuarse al tiempo que el subtítulo aparece en pantalla y cada línea tiene un máximo de caracteres, como ejemplos principales, que condicionan la traducción. A su vez, la traducción para el doblaje se rige en parte por la sincronía labial de los personajes, los tiempos de intervención y el propio discurso. Evidentemente, esto provoca que ambas traducciones varíen y que no suelan coincidir. Además, tampoco se busca que sean iguales, puesto que no es un indicador de la calidad de la traducción del producto audiovisual.

2. Los traductores traducen siempre el título de las películas.

Otro tópico que no nos cansamos de escuchar. Aunque traducimos el contenido audiovisual, además de hacer otras funciones como la transcripción, el pautado, etc., en algunas ocasiones ofrecemos propuestas de traducción para el título de la película. En contadas ocasiones, hay que decir. Normalmente son los estudios quienes proponen un título en español, independientemente de si coinciden con el título original o no. En resumen, a menos de que nos pidan alguna propuesta o que ofrezcamos las nuestras, la última palabra la tendrá el estudio.

3. ¿Tú prefieres subtítulos o doblaje?

No te dejes llevar por esta dualidad tan rotunda. Antes de que te posiciones, consciente o inconscientemente, hay que aclarar que cada uno cumple una función muy específica y está dirigido a un público en concreto, además de que se usa en contextos distintos. A favor del doblaje podemos decir que facilita el acceso al contenido para aquellas personas que no pueden o no quieren leer subtítulos. Por una parte, el doblaje transmite una sensación de realidad y naturalidad, que hace que parezca como si la película estuviera rodada en tu idioma. Es un proceso en el que participan muchos profesionales (traductores, ajustadores, actores y actrices de doblaje, técnicos de sonido…) y por eso es más costoso y solemos verlo más en grandes productoras, cadenas de televisión, plataformas de streaming y estrenos de cine.

Por otro lado, los subtítulos te permiten escuchar las voces originales de tus actores y actrices preferidos sin perderte los matices de su interpretación original. También cabe destacar que en el aprendizaje de idiomas puede servir para poner en práctica la escucha del idioma que se está estudiando, «entrenar el oído» como solemos decir. Evidentemente, el subtitulado es un medio más barato de producir porque implica a menos personas, es más rápido y la distribución es más sencilla. Se utiliza más cuando, por motivos económicos o de tiempo, no se puede o no se quiere recurrir al doblaje. Así, solemos ver más subtítulos en lenguas minoritarias y en festivales de cine, por ejemplo, donde el montaje final de la película a veces llega el mismo día en que se estrena. En conclusión, no hay una que sea mejor que la otra ni resultan polos opuestos. Todo lo contario. Dependiendo del objetivo o del contexto en que lo veamos nos decantaremos por una forma u otra.

¿Ha sido duro leer estos 3 mitos? ¿Antes de conocer la traducción audiovisual pensabas así? ¡Con tranquilidad, que no vamos a pasarte el polígrafo! Como en muchas otras profesiones, el desconocimiento puede generar cierta desinformación y esto mismo ocurre con nuestro sector.

Sigamos dando a conocer nuestra profesión para evitar que proliferen estos mitos.

¡Hasta la próxima entrada!

Silvia Nieto